Hay cosas que a simple vista no se ven, ni se sienten tampoco. Y esto aplica también para lesiones después de un accidente automovilístico. Si usted pensó que no había pasado nada y al tiempo empezó a sentir dolores, sepa que es perfectamente probable que el malestar esté relacionado con el accidente.
Estas consecuencias (enlace en inglés) pueden ser una señal de alerta cuando se manifiestan poco tiempo después de un choque:
- Dolor de cabeza y mareos: Lo que puede parecer simple estrés, también puede subyacer algo mucho más grave como lesiones cerebrales, un coágulo de sangre, latigazo o traumatismo.
- Dolor de cuello u hombros: Estos síntomas pueden dar cuenta de que existió latigazo. El dolor por ello se manifiesta a veces en el momento, pero también tarda en aparecer en algunos casos. Los dolores en hombros o cuello también pueden ser indicadores de problemas de columna vertebral.
- Dolor de espalda: También otro posible indicador de lesiones de columna vertebral, como por ejemplo puede ser una hernia de disco, esguince u otro tipo de lesión de tejido blando. Incluso podría tratarse de un nervio pinzado cuando el dolor de espalda está acompañado por hormigueo o entumecimiento.
- Dolor abdominal: Puede estar advirtiendo de un problema mucho más grave, incluso fatal de no ser tratado como sangrado interno.
- Hormigueo o entumecimiento: Cuando estos síntomas están acompañados por debilidad en los miembros, pueden apuntar a una hernia de disco.
- Síntomas psicológicos: Las dolencias físicas no son las únicas que existen. Las consecuencias de un choque pueden también venir en forma de depresión, ansiedad, cambios de comportamiento y síndrome de estrés postraumático.
¿Por qué no se descubren estas lesiones?
Muchos pacientes que sufren accidentes en la ruta no reciben diagnósticos por ciertas lesiones o los reciben de manera tardía. Según estudios (enlace en inglés), la mayoría de los errores ocurren en las salas de emergencias, cuidados intensivos y operaciones.
Las principales herramientas para el diagnóstico de fracturas y lesiones son los exámenes clínicos y radiológicos. Muchos estudios reportan falta de radiografías en áreas específicas además de incorrectas interpretaciones de estas. Otros factores que contribuyen a la falta de detección de lesiones son radiografías mal hechas, diagnósticos interrumpidos y lesiones aledañas. Esto hace especialmente importante una extensa examinación de pacientes con múltiples lesiones ya que algunas podrían haberse pasado por alto. Aun más, si el paciente estuvo inconsciente. En muchos casos, se dan varios de estos factores combinados aumentando las chances de consecuencias desapercibidas.
Una excelente forma de encontrar lesiones es realizar más pruebas y controles en diferentes momentos: después de que los pacientes son admitidos, luego de que recobraron la conciencia, antes de que se les dé el alta y continuar monitoreando después de dado el alta.
No es necesario sufrir un accidente de extrema gravedad que le deje inconsciente para descubrir una mayor extensión de un trauma más adelante. No de nada por sentado ni se confíe de las primeras sensaciones después de un choque. La clave para detectar lesiones desapercibidas es la reevaluación.